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En 2018 se registraron en Cuenca cinco agresiones a médicos, el peor dato de la serie histórica

En la provincia de Cuenca se registraron en 2018 cinco agresiones a médicos, tres a mujeres y dos a hombres, según los datos facilitados por el presidente de la organización colegial médica, Carlos Molina, en el marco de la celebración del Día Internacional contra las Agresiones a Profesionales Sanitarios.


El asesinato de una doctora en Murcia fue el punto de partida de la lucha contra esta lacra. En la provincia son pocos los casos pero ha sido el peor dato de la serie histórica y en términos relativos la incidencia está por encima de la media nacional, con 6,29 casos por cada 1.000 habitantes.


Todos los casos en Cuenca fueron por amenazas y en el ámbito de la sanidad pública. En tres ocasiones los problemas se produjeron en atención primaria. En dos casos se presentó denuncia y una acabó en condena por un delito leve que fue castigado con tres meses de prisión por un episodio de agresión verbal. Otro está pendiente de sentencia.


En Castilla-La Mancha se han recogido 22 agresiones (2,4 por cada mil) y en Cuenca el índice es de 6,29). Un 55% han sido mujeres y en este caso el 100% de los casos son en la sanidad pública. Hubo un único caso de lesión en Toledo y el resto de los casos con insultos y amenazas.


En España han sido recogidas por el observatorio un total de 494 agresiones a médicos, de las cuales un 14% fueron agresiones y un 51% amenazas. Hay más agresiones a mujeres y más casos en agresión primaria. En la mayoría de los casos el agresor fue el propio paciente. La media nacional es 1,9 por cada 1000 colegiados y en CLM. Se está por encima de la media.


Los interlocutores sanitarios de la Guardia Civil y la Policía Nacional, Mónico Mora y Jesús Chico, han coincidido en subrayar que muchos casos finalmente el profesional médico desiste de denunciar. Desde la Demarcación de la Guardia Civil creen que ha mejorado la concienciación en este sentido. Mora comenta además que se producen casos en situaciones de atención sanitaria en vía pública y en los domicilios. En esos casos a veces el profesional no quiere denunciar a pesar de que los agentes han sido incluso testigos del incidente.


Por su parte, Chico destaca que uno y otro cuerpo actúan siempre con rapidez ante estos casos, gracias también a la colaboración con la propia Guardia Civil y con las policías locales. Afirma que si se les avisa a tiempo en casos de pacientes con antecedentes en situaciones de amenazas se pueden prevenir las agresiones y pone como ejemplo uno de los casos de amenazas, que vinieron de unos padres que tenían abierto un proceso administrativo de retirada de la tutela de sus hijos, un antecedente que podía haber servido para prevenir el incidente.


En la rueda de prensa también ha participado Juan José Molina, vocal de Atención Farmacéutica, en representación del Colegio de Farmacéuticos de Cuenca, que ha comentado también los problemas que sufre este colectivo, especialmente con amenazas por situaciones desabastecimiento de medicamentos "como está ocurriendo en la actualidad" y por gente que exige medicamentos sin receta.


Finalmente ha tomado la palabra la fiscal jefe de Cuenca, María Isabel Gómez, que ha insistido en la idea de que hay que tener "tolerancia cero" con las amenazas y que hay que denunciar si es necesario y manifiesta que "aunque Cuenca no es una provincia particularmente conflictiva", el protocolo que se está aplicando sirve para ofrecer una mayor protección a los profesionales de la sanidad.