El primer experimento que demuestra que las células madre inducidas (iPS) sirven para estudiar enfermedades genéticas también ha proporcionado una gran sorpresa. Células de la piel de pacientes con una rara enfermedad que produce envejecimiento prematuro fueron reprogramadas con la adición de cuatro genes para obtener células madre inducidas. La sorpresa fue que estas últimas no tenían el defecto genético original (que produce una muerte celular prematura) y se dividían indefinidamente como las normales. El estudio relaciona por primera vez las células madre con el envejecimiento y el cáncer, señalan los investigadores del Children"s Hospital de Boston (EE UU) que han publicado sus resultados en la revista Nature