Las facturas de los proveedores sanitarios se acumulan en los cajones de las comunidades autónomas. La sanidad española se instala en la morosidad. Las autonomías acumulan una deuda de 3.000 millones de euros en material (catéteres, tiritas o gasas) y de otros 2.700 en fármacos. Una sombra más que distorsiona la sostenibilidad del sistema. Las comunidades pagan tarde: se demoran una media de 269 días en abonar los productos sanitarios y 280 días en pagar los farmacéuticos, según datos del sector. Un periodo que se hace eterno si se tiene en cuenta que la Ley de Contratos del Sector Público marca desde 2004 un plazo de 60 días de pago. Desde 2005 los plazos de pago se habían reducido; ahora, la crisis los vuelve a dilatar