La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha alertado de que el uso de gafas 3D reutilizables podría transmitir enfermedades en los ojos o en la piel, como conjuntivitis y hongos, y exige a las autoridades de consumo que establezcan normas sobre la utilización de este tipo de gafas en niños -sobre todo a los menores de 6 años "que todavía no tienen maduros sus mecanismos de visión binocular"- e informe a todos los espectadores sobre los "problemas" que podrían derivarse.